Dentro de las investigaciones sociales, se establece que la agroecología es una forma de interacción entre el hombre y la naturaleza, y por lo tanto es una forma de pensamiento de comportamiento económico que cuestiona algunas teorías liberales y de globalización existentes actualmente en el mundo.
La Agroecología como enfoque que valoriza y reivindica el conocimiento local, campesino e indígena, responde a lo que Michael Foucault denominó “la insurrección de los saberes sometidos”
Para rescatar tales formas de conocimiento y aplicarla a la práctica y a las formas de manejo de los recursos naturales se propone modificar los sistemas de producción y el cambio de comportamiento socioeconómico y político.
La indagación empírica y metodológica nos permite hacernos diversas cuestionantes
¿Cómo debe llevarse a cabo el manejo de los recursos naturales para lograr
agroecosistemas sustentables?
agroecosistemas sustentables?
¿Quién o quienes deben implementarlo?
¿Para quienes este tipo de manejo es beneficioso?;
Para la Agroecología, usualmente en sentido económico de acuerdo a los estudios en zonas rurales de Bolivia, resulta ser una oportunidad de mercado, y para los especialistas e investigadores una forma de preservar el uso del suelo en la denominada agricultura sostenible.
La agroecología articula conocimientos naturales y sociales entre las técnicas y tecnologías
adoptadas que no degradan los recursos naturales, como es el caso de aquellas tecnologías que no utilizan agroquímicos u otras propias de la agricultura ecológica.
adoptadas que no degradan los recursos naturales, como es el caso de aquellas tecnologías que no utilizan agroquímicos u otras propias de la agricultura ecológica.
La investigación del saber local agroecológico es importante, porque incorpora la tecnología en la agricultura tradicional desarrollando productos de mayor contenido nutricional que aportan a la salud del consumidor. Si consideramos las zonas altas en Bolivia, existe un alarmante desertificación de los suelos que por causa del cultivo no orgánico intensivo ha generado el deterioro de la capa arable y el aporte de los nutrientes en la producción local.
De acuerdo al trabajo que desarrolla CADES, como punto focal valles de la Red de ONGs de lucha contra la desertificación y la sequía, reproducimos algunos datos:
Cuarenta y cinco por ciento del territorio boliviano vive un implacable proceso de desertificación que provoca pérdidas agropecuarias, forestales y de infraestructura por más de 500 millones de dólares anuales y afecta sobre todo a comunidades indígenas del Altiplano.
La erosión de zonas áridas, semiáridas y sub-húmedas secas afecta a siete de los nueve departamentos en Bolivia y abarca unos 495 mil kilómetros cuadrados
Los departamentos más erosionados son Oruro, Potosí, Chuquisaca y Tarija, en el occidente y el sur.
Las causas principales son: la deforestación, la salinización y compactación de suelos, la expansión de la frontera agrícola, el sobrepastoreo, la explotación agropecuaria no apta y el uso inadecuado de sistemas de riego y drenaje.
En el Altiplano el clima es árido y semiárido, con heladas entre 150 y 300 días al año, una elevada irradiación, bajas temperaturas, fuerte evaporación y lluvias de un promedio anual de 300 milímetros,
La desertificación afecta de manera irremediable a las comunidades indígenas, particularmente en el Altiplano, donde las tierras de cultivo y pasto se convierten en arenales, uniéndolo con el desierto de Atacama" en el norte de Chile.
No hay comentarios:
Publicar un comentario