La escuela constituye un escenario de asimilación de conocimientos que bajo el diseño de programas conforman los grados de escolaridad y enseñanza aprendizaje enmarcado en la pedagogía de profesores profesionales egresados de escuelas normales rurales y universidades pedagógicas.
Las reformas educativas en Bolivia, aún no establecen formas y procedimientos capaces de incorporar en el educando formas de extensión y conocimientos técnicos para incorporarles en procesos tecnico productivos, que la realidad social demanda.
Si bien la educación bilingue es un importante para un país con un 70% de originario hablantes, aun no se han generado condiciones para lograr que la equiparación de oportunidades campo-ciudad en materia educativa sea significativa.
El desarrollo aislado de programas experimentales que realizan diversas organizaciones, en temas productivos, ambientales, de derechos humanos, género y generacionales, seguridad, etc, nos han permitido observar, la falta de diseño curricular que existe en el sistema formal de educación boliviana, debido a que los temas que son desarrollados como módulos transversales no contribuyen en su integridad a la niñez y juventud boliviana.
La ley educativa Avelino Siñani, nos muestra una denotada generación de conocimientos a partir de ciencia, cosmovisión y saberes locales, aunque se acerca más a una educación local también es cierto se aleja de una formación global.
Para establecer roles de instancias educativas dependientes del Estado, es imprescindible unificar criterios y diseños experimentales, para desarrollar definitivamente y por un horizonte de planificación a largo plazo, un diseño curricular con la inclusión de temas que hacen a la cotidianidad y realidad de la niñez y juventud Boliviana.
En síntesis, el perfil educativo de los escolares debe coadyuvar a la trascendencia eco-productiva, técnica y científica y señalar que la educación boliviana es capaz de lograr transformaciones a la sociedad que representa.
El futuro de las generaciones que inician la escolaridad, esta en nuestras manos, la sociedad actual, las instituciones y el Estado somos instancias para una verdadera transformación en Bolivia.